El tratamiento de la diabetes
Una alimentación correcta es, seguramente el aspecto más importante del tratamiento en cualquier tipo de diabetes.
En realidad, el objetivo de la alimentación de una persona con diabetes es, además de conseguir el control de la dolencia, el alcanzar o mantener el peso correcto.
Por lo tanto, solamente tendrá ciertas restricciones en el caso de las personas con sobrepeso u obesidad. Las personas con un peso normal, deberán comer en la misma forma que se aconseja para la población general de la misma edad y condiciones. Ni siquiera la prohibición de los “dulces” puede considerarse como absoluta.
La dieta del diabético solamente tendrá ciertas restricciones en el caso de las personas con sobrepeso u obesidad. Las personas con un peso normal deberán comer en la misma forma que se aconseja para la población general de la misma edad y condiciones.

· Ejercicio: El ejercicio tiende a bajar los niveles del azúcar sanguíneo, por aumento de la utilización de la glucosa en el músculo.Este efecto del ejercicio se produce tanto en la diabetes tipo 1 como en la tipo 2, y es utilizado como parte del tratamiento, para conseguir el descenso de la glucemia en determinados momentos del día. En esta forma, el ejercicio no sería sino un complemento del efecto de la alimentación y de la medicación sobre los niveles de azúcar.Sin embargo, el descenso de los niveles de azúcar solamente se observa cuando la persona que realiza el ejercicio se encuentra en condiciones de control aceptable de su diabetes.
El descenso de los niveles de azúcar solamente se observa cuando la persona que realiza el ejercicio tiene un control aceptable de su diabetes
Cuando se trata de personas con una diabetes de tipo 2, el ejercicio, realizado regularmente, no solamente es capaz de rebajar los niveles de azúcar en las condiciones antes mencionadas, sino que produce también una mejora permanente de la situación, aumentando la sensibilidad de las células a la insulina. Debería, por lo tanto, formar parte del esquema de tratamiento en las personas con este tipo de diabetes.
· Medicación:
Dentro de este apartado encontramos los hipoglicemiantes orales por un lado y la insulina por el otro.
1. Hipoglucemiantes orales
También llamados antidiabéticos orales, son aquellos medicamentos dirigidos a mejorar los niveles de azúcar en sangre que se administran por boca, en forma de pastillas, tabletas, grageas, cápsulas, etc.
En el momento actual, aproximadamente el 60 por ciento de los diabéticos no insulinodependientes utilizan alguno o algunos de estos productos.
Por la forma en que actúan, podrían distinguirse tres tipos de hipoglicemiantes orales, entre los que actualmente existen:
· Medicamentos que aumentan la secreción de insulina por el páncreas: Sulfonilureas
· Medicamentos que mejoran la utilización del azúcar en los tejidos o disminuyen la liberación del azúcar por el hígado: Biguanidas
· Medicamentos que retrasan la absorción de los azúcares en el tubo digestivo: Acarbosa
2. Insulina
La diabetes es una alteración causada por una disminución absoluta o parcial de la secreción de insulina. Por lo tanto, el aportar en forma de inyecciones la insulina que a una persona con diabetes le falta, parece un modo natural y racional de tratar la diabetes.
La insulina es una proteína y, como tal, es destruida por los fermentos digestivos, perdiendo su acción cuando se administra por vía oral.
La diabetes es una alteración causada por una disminución absoluta o parcial de la secreción de insulina
Cuando se trata de personas con una diabetes tipo 1 o insulinodependiente, la utilización de la insulina en el tratamiento es imprescindible, vital. Una persona con una diabetes de este tipo que no recibiera insulina estaría en grave riesgo de fallecer como consecuencia de una profunda descompensación de su trastorno, lo que habitualmente se conoce como un coma diabético.
Además de en este tipo de diabetes, en la que la insulina es obligada, este tipo de tratamiento es también imprescindible en ladiabetes gestacional, si no se consigue un control correcto mediante la modificación adecuada de la alimentación. Las “pastillas” para la diabetes no estarían nunca indicadas en este caso.
En la diabetes tipo 1 es obligado el tratamiento con insulina, así como en la diabetes gestacional, cuando no funciona la dieta
Cuando se trata de personas con una diabetes de tipo 2 ( no insulinodependiente), el empleo de la insulina suele reservarse para aquellas ocasiones en que la utilización de una alimentación correcta y de los antidiabéticos orales adecuados, no consigue el control suficiente de los niveles de azúcar sanguíneo.
Con el paso del tiempo, muchas personas con diabetes tipo 2 dejan de responder al tratamiento con pastillas y necesitan cambiar a la inyección de insulina, porque ya no producen la suficiente.
También se utiliza la insulina, en este tipo de personas, cuando se dan circunstancias que podrían descompensar la diabetes: operaciones, infecciones, accidentes. Otro tanto puede decirse de la situación de embarazo aparecida en una mujer con una diabetes tipo 2, previamente tratada con pastillas.
La inyección de insulina constituye un tratamiento de sustitución
La inyección de insulina es, por tanto, un tratamiento de sustitución y, en consecuencia, debería de intentar imitar lo mejor posible la forma en que el páncreas de una persona no diabética la produce. En condiciones normales, el páncreas es capaz de percibir cualquier tendencia al aumento de los niveles de azúcar en sangre y responde con la suelta de la cantidad necesaria de insulina para que el azúcar sea incorporado a las células. En el momento en que los niveles de glucosa se normalizan, el páncreas deja de segregar insulina.
